Juego con materiales naturales
Antes de comenzar a explicar y entrar en profundidad en los materiales naturales en el juego, debemos de partir de la base de que los materiales naturales son una fuente inagotable de estímulos para los más pequeños.
El uso de materiales naturales en el aula de Educación Infantil es el tema escogido para la realización del proceso de documentación. Nos interesa conocer los beneficios del uso de materiales naturales en el aula, descubrir sus ventajas y como utilizarlos como herramientas de aprendizaje.
Los materiales naturales son todos aquellos materiales que se encuentran en la naturaleza. Existen tres tipos: materiales vegetales, animales y minerales.
Los materiales naturales como medio educativo permiten al niño y a la niña acercarse al medio ambiente, al contexto que les rodea y a conocer las características del mismo. Además, gracias a ellos aprenden que se puede jugar con elementos que nos proporciona la naturaleza, descubren que un mismo material puede utilizarse para muchas cosas, que no es necesario comprar materiales o juguetes ya que estos están siempre a su disposición y descubren que son, igual de interesantes o más, que los materiales artificiales.
Estos materiales naturales permiten a los más pequeños conocer y adentrarse en una de las problemáticas que más nos está afectando, la ambiental. Que los más pequeños aprendan el valor de reutilizar y de reciclar es fundamental para poner freno a estos problemas ambientales, como el cambio climático, la contaminación, deforestación, la escasez de agua, la extinción de especies… es fundamental, ya que ellos son el futuro y cuanto antes comprendan la importancia de tener una mirada ambiental mayor será el cambio.
Además de lo mencionado, los materiales naturales benefician y potencian la capacidad de los niños y de las niñas de observación, de exploración y de aprendizaje por descubrimiento.
Destacamos la importancia del aprendizaje por descubrimiento, mediante el cual, el alumnado poseerá conocimientos o ideas a medida que los vaya descubriendo por sí mismo. La escuela tiene una responsabilidad fundamental y es conseguir hacer de cada niño y de cada niña pensadores críticos y creativos.
Una forma de encaminar a los infantes hacia la construcción de esquemas propios es que estos descubran por ellos mismos los conocimientos ya que, de esta forma serán capaces de organizar la información y de relacionarla con conocimientos previos. En conclusión, serán capaces de aprender y organizar informaciones con el fin de utilizar esos conocimientos posteriormente de la manera más correcta posible.
El aprendizaje por descubrimiento genera y potencia en los niños y niñas la confianza en ellos mismos, además de la estimulación intelectual y la motivación para la resolución de conflictos, que conllevará la formación de un pensamiento creativo.
Por ello, el trabajo con materiales naturales, materiales que normalmente son conocidos por el alumnado, sencillos, de fácil acceso y con numerosas posibilidades de uso, es fundamental para que construyan significados propios.
En la vida cotidiana de los más pequeños existen infinidad de vivencias y materiales que pueden ser potenciadores de la adquisición de conocimientos y del desarrollo del pensamiento crítico, como, por ejemplo, una hoja flotando en el agua, como cambian las hojas de los árboles según la estación del año…
Como docentes debemos partir de esas situaciones y utilizar los distintos materiales naturales con actividades que propicien distintos conocimientos y aprendizajes. Debemos programar y planificar las actividades en relación a la etapa de Educación Infantil a la que va dirigida y teniendo siempre en cuenta sus propios intereses; recoger, organizar y preparar los materiales naturales que consideremos oportunos en relación a la estación del año, a los conocimientos que pretendemos transmitir, etc.
Es fundamental presentar los diferentes materiales con cuidado, bien organizados, con limpieza y con un acceso fácil a ellos. Además, para crear un buen ambiente en el aula, es necesario tener en cuenta la riqueza y la variedad de los materiales, que les sean familiares, y, sobre todo, debemos evitar la sobreestimulación o, por el contrario, la ausencia de la misma. Un ambiente de seguridad, confortabilidad, con buena iluminación y temperatura para que los infantes puedan gracias a la posibilidad de estos materiales naturales, agrupar, ordenar, clasificar, manipular, introducir, rodar… relacionarse e interaccionar con sus iguales y con adultos, realizar juego simbólico, concentrarse y desarrollar capacidades con diferentes retos que estos supongan, y una larga lista de etcéteras.
María Ateca y Sandra Bustos, 2020.