“El sueño es un estado biológico presente en animales y en seres humanos que se define en función de unas características comportamentales y fisiológicas” (Bernardo, 2018, p.9). En los primeros años de vida, en relación al primer ciclo de Educación Infantil, el sueño se corresponde con una necesidad biológica que permite a los infantes desarrollarse a nivel cognitivo (procesos mentales), físico (metabolismo) y emocional.
A continuación, destacamos algunas de las ideas principales que recoge García (2015):
- En primer lugar, aunque aparentemente el estado de sueño tenga un papel pasivo, tiene una gran relevancia a nivel funcional en el organismo, tanto en procesos mentales como físicos.
- En segundo lugar, les permite recuperar energías de cara a las actividades que realicen en la segunda parte de la mañana.
Tal y como indica García (2015), la escuela debe seguir unas directrices para posibilitar la realización de este momento:
- En primer lugar, al ser una actividad que se desarrolla en el ámbito escolar diariamente, necesita de una organización temporal dentro de la jornada escolar. Por ello, se dedica un tiempo determinado al desarrollo de este momento en el aula. No obstante, el momento de sueño depende de las necesidades de cada niño, así que se debe ser flexible con ello. En caso de que los niños tengan necesidades muy distintas, se fijará un intervalo de tiempo común durante el que los niños dormirán lo que necesiten.
- En segundo lugar, para que el niño tenga un momento de sueño adecuado, debemos tener en cuenta la organización espacial del contexto en el que este se llevará a cabo. Tendrá que ser un lugar cómodo, en el que no haya ruidos, exceso de luz, ni distracciones (sonidos del ordenador, juguetes con sonido encendidos…). Debe ser un espacio con ventanas que facilite el proceso de ventilación e iluminación natural, así como tener una temperatura agradable. Además, debe cumplir las condiciones de seguridad (decorado con pocos muebles, evitar enchufes al alcance de los niños/as…). De esta manera, se busca proporcionar momentos de descanso óptimos.
- En tercer lugar, la escuela debe contar con el mobiliario (cunas para los niños de meses de edad y colchonetas para los niños de tres años) necesario para el momento de sueño, variando el lugar y los recursos en función de la edad.
- Por último, se destacará la importancia que tienen los docentes en los momentos de descanso. Para anticipar el momento, la maestra pondrá música relajante, bajará la persiana para disminuir la luz natural, intentará reducir la aparición de estímulos. Dependiendo de la edad, se acompañará a los infantes más o menos tiempo.
Referencias
Bernardo, M. (2018). Aprendiendo a dominar el sueño en Educación Infantil (trabajo de fin de grado). Facultad de Educación de Segovia, Castilla y León, España. Recuperado de: https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/30477/TFG-B%201110.pdf?sequence=1&isAllowed=y
García, M.D. (2015). Importancia del hábito del sueño en la etapa de Educación Infantil. Innovación y experiencias educativa, 63, pp: 1-13. Recuperado de: https://archivos.csif.es/archivos/andalucia/ensenanza/revistas/iee/Numero_63/M-DOLORES-GARCIA-RUIZ-03.pdf
Lorea Aranguren Márquez y Fran González González, 2020.